Sigo el rastro de la luna
hasta que el sueño me envuelve.
Y con el sol
voy conquistando minutos libres
para treparme a las palabras.
No empezó,
tal vez no exista,
sigo en transición,
amotinada.
¿Son excusas
para no abandonar
la cofradía de los desmembrados?
Merodeo por la entrada,
excavo hasta sangrar por mi destierro.
Borro y reescribo mi necesidad
sin que por eso cesen de pasar los días.
Mostrame sin miedo
para que deje de palpar a tientas.
Que desaparezca la promesa
de una vida de asombros.
Delimitá mi concepción,
para que la osadía de un pensamiento libre se evapore.
Domesticame.
o deja que me pierda
en la gloriosa aventura de ir al encuentro.
2 comentarios:
usted amiga querida, siempre buscando, hurgando, escarbando y otro muchos "ando".
un beso
Carlos
Y usted amigo querido publiCANDO su comentario me hace bien. Lo seguiré esperANDO.
Un beso
Norma
Publicar un comentario